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-102- o cuando más los ofrecía a Dios, complaciéndome de un modo imperceptible en tener que ofrecerle aque– lla bagatela. Concluyo esta historia con decir que hasta en el mismo convento nuestro eran los aplau– sos tan desmedidos, que súbditos y Prelados y todos era un exceso su trato y su modo. (1 ) ». Nombramiento de Maestro de Novicios. -Al volver a Málaga, pasando por Rondé!, se encon– tró con que habían celebrado Capítulo en Grana– da, en el que fué elegido Provincial el P. Jerónimo de Almonáster, y su Lector, el P. Francisco J. de Cádiz, en Definidor cuarto . Creyendo estos Padres que lo principal en una Orden es la formación de la juventud, y viendo la santidad de Fr. Diego, quisie– ron hacerlo Maestro de Novicios, mientras otros eran de parecer que continuara sus tareas apostóli– cas. Grande fué la sorpresa de Fr. Diego, cuyo ho– rror a las prelacías era casi instintivo, por estar con– vencido de su vocación al ministerio, cuando recibió el nombramiento. Hizo en el acto la renuncia; mas con tal precipitación, que su Director, que lo quería com– pletamente indiferente al querer divino, tuvo que re– prenderle: «Después de llegar a este convento, me hallo con carta de mis Prelados superiores, en que se me avi– saba estaba nombrado para Maestro de Novicios, y luegc, inmediatamente escribí renunciándolo, alegan– do ser otro el fin de mi vocación a la Religión etc., y en su respuesta tuve lo que incluyo a usted de mi P. Lector, el que se halla hoy de Definidor. Me ha fatigado bastante, porque temo si estaré engañado o habré engaiiado a usted en la cuenta que le he dado de mi interior, que esto me aflije sin término; (!) Director Perfecto. Ca rta de! 22 de julio de-1777.