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DOMINGO DE RAMOS La Iglesia conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén sobre humilde cabalgadura; un borriquillo sin arreos preciosos es la carroza triun– fal del R e y i n m o r t a 1 d e 1o s s i g l o s . Poco después, veleidad inconcebible del entusiasmo po• pular, de las aclamaciones de la masa, saldrá por otra puerta para subir a duras penas la cuesta del Calvario. En su cima será clavado a la misma cruz que trabajosamente llevó sobre sus hombros. ¡Mis– terio s,ublime de la ciencia divina! Sobre esos mi2- mos hombros lleva el ,universo entero y no titubea ni se cansa, y ahora lleva una cruz de madera, so– porta trabajosamente su peso y, rendido, cae en tierra. CAMPANAS DE TRIUNFO Las alegres campanas y cantadoras de la Cate– dral de Asís anuncian la solemnidad a los fieles y los llaman a que la presencien. Es día de alegría y triunfo. La multitud, ataviada de su.s ricos y do– mingueros vestidos, discurre por las calles y plazas dirigiéndose a la Catedral. La plaza del Duomo es un verdadero hervidero de gentes de todas las cla·- 151