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PRESENT J\CION Lector: aquí te va un tónico. En las páginas de este libro vas a encontrar un sedante para tu espí– ritu, algo que vendrá bien a tu alma. Te reconfor– tarán -créeme- las páginas de este libro. Porque siempre recibimos agradecidos un men– saje de sosiego, como los campos sedientos reciben ávidos la llovizna de mayo. Nosotros tenemos ham– bre de calma. ¡Ya va bien de alarmas que chascan la :paz! ¡ Y de prisas que atontan! Todos nos vamos cansando. Y añoramos con nostalgia un vivir tran– quilo y sin sobresaltos. Por eso este libro, lector amigo, te hará bien. Porque tú eres un hombre inmerso en el mundo. Y «la circunstancia» de ese mundo, si no te define, sí te trabaja. Y no puedes prescindir de ella aun– que quieras. U,no no puede detener su vida, frenar y seguir en tren: calmo90. Eso se puede desear. Pero no se puede realizar. Hay que vivir, hasta cierto punto, al compás que marca el mundo. Lo otro es imposible. Pero ese compás, ese aire actual, es vér– tigo, es «prestto acelerato», que dirían los músicos. Es como en automovilismo. Tú no puedes llevar tu coche por una calle, detenerte en la mitad e in:– termmpir el tráfico. Porque no, porque los que vie- IX