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no puedo, fiebre me abrasa: ¡, qué ruido es ese ?-y Roldán dormido ya, no le habla. -Señor, dice el buen Turpín, dirigid a Dios plegarias, rezad conmigo, rezad: ese estruendo que os espanta, es el cántico de guerra de Euskeria : ¡ ay! y es mañana el postrer de nuestra gloria, que caerá en estas montañas. La frente de Carlomagno ríndese al sueño agobiada; y el buen Turpín le contempla, y al fin duerme y todo callc1. Sin luna, ni luz, ni estrellas, la noc•he en su curso avanza: extín¡rnense las hogueras de los montes: ~-a no cantan los francos, ni alzan el grito ... Todos duermen... sólo aullan los lobos en .Aztobiskar ... y azkonas, güecias y ezpatas Ron agitadas al viento de Ibañeta en las quebradas -151-