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Aconsejaba e insistía en la práctica de los medios necesarios para alcanzar la perfección cristiana, como la comunión diaria, el Tezo del santo rosario, la meditación cada dia y otros medios. Quince años hace que asesinaron al padre Berardo, y ese mismo tiempo hace que ando bastante desorientada en orden a tener confesor y director: no he encontrado otro como el pad·re Berardo.• (Celestina Menéndez Morán.) VII Vicario del convento de Gijón.-Actitud ante la revo– lución.-Caridad heroica. Siete años vivió el padre Berardo de Visantoña en la vtlla de Gijón; en los últimos tiempos desempeñó el cargo de vicario del convento, y en él se encontraba cuando estalló el Movimiento Nacio– nal y se agravó la persecución religiosa. «Grandemente previsor, al ver el curso que tomaban las cosas, procuró estar al tanto de la situación los días anteriores, y mucho más a partir del 18 de julio.» (Padre M(l.nuel de Hontoria.) Durante 'el tiempo que permaneció la Guardia Civil en el con– ve.nto, hecho que queda ya relatado al hablar del padre Arcángel, cllegaron algunas balas a nuestra azoteat y de rebote, o con salpi– caduras de la pared, quedó herido un cabo, natural de Almeria. El padre vicario le curó con un poco de alcohol, lamentando el que no estuviesen equipados para hacerse, en caso de necesidad, una cura urgente. »El padre vicario, sin reparar que pudiese estar mtervenido el teléfono, habló por la tarde con el maestro de las obras de nuestra iglesia, enterándose de que en la~ calles a que da la casa de dicho señor, .p:óxima al Ayuntamiento, habia tranquilidad.• (Padre Hon– toria.) «Abandonado el convento por la Guardia Civil, que sin ser lla– mada lo había ocupado, los religiosos se dieron cuenta de lo que les esperaba. Por consiguiente, trataron de prepararse para salir a refug ~ar.se en casas particulares. El arreglo de la barba y de la tonsura nos llevó, tal vez, cerca de la hora. Pesó el trabajo sobre el padre vicario y el padre guardián, que tuvieron que arreglarse a si mismos y a los demás. »Al terminar de ar.::eglar a los religiosos arrecia el tiroteo contra el convento. Nos guarecemos en el sótano para mayor seguridad. El padre vicario trata de hablar por teléfono con la panadería ve- 71