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X El siervo de Dios, asesinado por ser religioso.-Fotogra– tia comptrobante.- Su cadáver, en lugar desconocido. Después de lo referido en cuanto a los incidentes del registro de la pensión, el siervo de Dios fué llevado a un camión, y en él a lugar desconocido; pero ciertamente le mataron por ser relig.ioso. De ello existen pruebas ine.quivocas. Primeramente, la afirmación de los policías que a;cudi.eron a la pensión de San Antonio. «Después de todo esto, continúa informando don Maximiliano, se intentó comunicar con la ComiSaría para que vinieran los policías y nos dieran la pista para hallar al siervo de Dios, y por ti:es o cua– tro veces contestaron que muy bien, y que la !Policía vendría en seguida; pero dieron las doce de la noche, y la Polilcía no llegaba. Se llamó por cuarta vez dando la queja de que habíamos llamado .tres v·eces, contestando que en seguida vendría la Policía y que aún no había llegado, y entonces .contestó una voz diciendo: «Aquí no han llamado ustedes nunca, porque he estado yo al teléfono y no he tenido ninguna llamada de la pensión de San .Antonio; pero no se preocupen, que ahora mismo irá la Polícía.» . Y; efectivamente, poco después llegaron cuatro policías de la secreta, quienes nos interrogaron ~or todo lo· pasado, y una vez informados, nos dij-eron: «Pues ya no hay nada que hacer, porque al que llevaron le habrán matado ya. Esos eran unos mi.li !cianos que les interceptaron a uste– des el teléfono con alguna de las «checas», y ellos eran los que con– testaban, dando tiempo para consumar sus planes.» Y ya nada vol– vimos a saber hasta el día.» La señorita Virtudes Roncero dice a este propósito: «Declaro que vi cuando sacaban al religioso Capuchino padre Andrés de Pa– lazuelo de la pensión de .San Antonio, y oí perfectamente cuando el padre dijo: «¿Adónde me llevan ustedes? Yo nunca he hecho mal a nadie.» Entre los mismos que fueron a buscarle. los que custodia– ban la escalera, dijeron: · «¿A qué venimos aquí? A por un fraile de Jesús.» <<Para completar datos (los policías) me llevaron con ellos en su coche a la Comisaría del congreso y después a1 tribunal de guardia de las Salesas, donde :repetí toda la información, con muchos datos y mucho papeleo. Cuando se terminaban todas estas declaraciones y denuncias eran cerca de las tres de la madrugada del día 31 de julio. Los poUcías me llevaron en su coche, atravesando controles 36