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-¿Pero, cómo se le ha ocurrido a este hombre ir por esos sitios sin documentación aLguna? -Nada tiene de extrafío, iba precisamente a visitar a un pariente suyo que vive en la carretera de Extremadura. No le hagan ustedes daño alguno, porque es un infeliz que nada malo ha hecho. -Pues, mire, todo depende de que conteste sí o no a la pregunta que se le ha hecho. Ya en la puerta, y cuando el miliciano bajaba la escalera volvi a insistir yo con la misma súplica: -Se lo pido por lo que más quiera, se lo pido por su madre; no le hagan ustedes daño. Contestó el miliciano: -Le vuelvo a repetir que todo depende de la respuesta que dé a la pregunta que .se le ha hecho. Yo no me atrevi a insistir más ni a preguntarle cuál era la pre– gunta que le habían hecho y qué respuestas esperaban. No es dificil adivinar qué preguntas le habían hecho y cuál fué su respuesta... Como a mi me había dicho él muchas veces que si llegaba el caso, yo nunca negaré que soy fraile. Y aún vestido como yo le disfracé, a la legua se veía que lo era. La pregunta tué seguramente que si era religioso. Y por de.Cir que sí, perdió su vida.') (Alejandra Ga.luares Gago.) VI Martirizado en la carretera de Extremadura.-La foto– grafía del cadáver.-Testimonio oficiq,Z del martirio.– Exhumación y definitiva inhumación.-El Proceso de beatificación. Pronunciadas de seguro las palabras soy fraile, firmó con ellas la sentencia de condenación a muerte, pues, para los comunistas y milicianos era tan grave el dellto de haberse consagrado al ser– vicio de Dios que no merecía un castigo inferior al de la pena capital. De consiguiente, a confesión de parte, se siguió la aplícación de la pena, siendo martirizado el siervo de Dios en la carretera de Extre– madura, el día 17 de agosto del año 1936. ¿Estaría varios dias detenido en la checa comunista o en otro lug.ar de tortura después de su franca confesión? Mi parecer es de que no, porque, según el testimonio de la señora de donde partió por última vez, llegó a su casa hacia mediados de agosto; en su casa estuvo tres días; luego, puede razonablemente afirmarse que confe- 307