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cia de que se valió el Señor para otorgarle la gracia de la vocación al estado religioso. »De hecho, queriendo- responder al llamamiento divino, se fué el joven Ezequiel al convento de Capuchinos de León para pedir su admisión en la Orden como candidato a hermano lego. Cuando su padre se enteró de la resolución de su hijo, no se opuso a su ingreso, pero le dijo: «Hijo, ¿por qué no me lo dijiste antes y yo te hubiera pagado la carrera eclesiástica?» Ezequiel respondió: «Mire, padre, lo que importa es servir a Dios y salvar el alma.» »Hablaba yo con él sobre lo dura que era la vida capuchina, pero Ezequiel me decia: «Aunque me hagan sacar piedra de un pozo, yo me voy. Y si hace falta ir al martirio, voy al martirio.» Puedo asoe– gurar que su vocación fué completamente desinteresada y sólo por servir a Dios.» III Novicio serático.-Proteso.-Religioso ejemplar. Consecuente el joven Ezequiel con los propósitos concebidos para el futuro, no obstante la buena posición social y económica de sus padres, a pesar de los halagos y de las sonrisas con que acariciaba su juventud el mundo y las comodidades que podía disfrutar en el hogar paterno cuando sólo contaba veintiún años de edad, partió resuelto para el convento capuchino de Bilbao, con el laudable propósito de seg.uir el llamamiento del cielo. Cumplido que hubo el tiempo de postulantado prescrito, vestía el hábito religioso e iniciaba el año de probación el 2 de febrero del año 1907 en el h\lmilde estado de hermano lego; en dicha ocasión tomó el nombre de fray Eusebio de Saludes, al mismo tiempo que dejaba el de Ezequiel Prieto Otero. (Acta de vestición.) <<Cuando fray Eusebio comenzaba el año de noviciado era yo también novicio de poco más de dos meses, y aunque nuestro trato no podía ser frecuente, por ser él hermano y yo corista, sin embar– go, puedo asegurar que durante el año de probación se portó muy ejemplarmente, aprendiendo varios oficios domésticos propios de los hermanos, pero principalmente el de cocinero, ya que, como segun– do oficial, lo desempeñó casi todo el año. De carácter algo tímido, reservado y tranquilo, ni practicó las virtudes heroicas ni se nota– ron en él defectos sobresalientes digpos de castigo o reprensión. Era como un campo b:ien dispuesto para recibir provechosamente el ro– cío divino que desde las alturas se le comunicaba a manera que 293
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