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visita advir.tió la presencia de la humedad en el nicho, con peligro de dañar la caja y los restos en ella. depositados. :Por eso hizo venir al tribunal instructor del proceso de beatificación y reconocer ofi– cialmente el lugar y la caja, descritos en las páginas anteriores. Autorizado por el tribunal, sa·có personalmente la caja, primeramente del nicho y luego del panteón de los Capuchinos. A continuación entonó un responso el ilustrísimo señor presidente del tribunal, e 1nmediatamente se depositó dicha caja, cerrada como estaba, en otra mayor, también de zinc, y en ésta un tubo del mismo metal, que contenía el ac:ta de lo aquí consignado, firmada por los miem– bros del tribunal, vicepostulador, algún otro religioso Capuchino y el conserj-e del cementerio. Seguidamente, colocada la tlllpa sobre la caja exterior, se soldaron tapa y caja, se precintaron, y en varios sitios de la gruesa cinta-precinto se imprim1ó el sello metáltco del Tribunal. <Como el siervo de Dios pertenecía a la comunidad religiosa de Gijón, su proceso de beatificación se tramitó en la Curia episcopal de Ovtedo, se entreg.ó a la Sagrada Congregaclón y por la misma se abrió, en las fechas consignadas en las notas o datos sobre el siervo de Dios Padre A:::-cángel de Valdavida. 273 18