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le llevaron a Peón para fusilarle, pidió a Jos asesinos que le mataran el último. Le preguntaron que por qué. <Si me lo permiten, para dar la absolución a éstos (eran veintitrés), antes de que ustedes los vayan matando.~ Esto nos consta, porque así después lo contó alguno de los fusileros., (Familia Cuervo.) «No me cabe la menor duda de que le mataron por ser religioso, y únicamente por ser religioso. Yo sería el primero en dar el voto para la beatif!cación del padre Domi.tilo. Y si le beatificaran, ante su imagen me pondría de rodillas con más fe y devoción que a ningún otro santo.~ (Evaristo Rodríguez.) «Fué enseguida sacado con otros, y conducido a Peón, donde, en número de veinticuatro, fueron asesinados a eso de las cuatro de la mañana. Estoy plenamente convencido de que fué un verdadero mártir; y si el padre Domitilo no está en el cielo no está nadie.~ (Ramón del Busto.) VII Exhumación e identificación del cadáver.-T.raslado y sepultado en nicho de los padres Jesuítas en el cemen– terio de Ceares.-Reconocim~ento de los restos y defin– tivo trasl(Ldo.-Precintados los restos por el Tribunal Eclesiástico.- EZ Proceso de beatificación en Roma. Terminada en Asturias la guerra de Liberación, todas las fami– lias que perdieron seres queridos asesinados por los marxistas, se preocuparon por localizar el lugar de enterramiento e identificar los cadáveres o los restos de los mismos. Tampoco las Congregaciones Religiosas permanecieron inactivas e indiferentes con relación a los miembros de ellas asesinados durante la persecución marxista. Así lo hicieron los Capuchinos con los de la propia Orden, y por ende con el padre Domitilo de Ayóo. <<Copia parcial del Documento de identificación del cadáver del reverendo padre Domitilo de Ayóo.-DECLARACION JURADA-Los abajo firmantes, declaramos bajo juramento, que personados en el cementerio de la parroquia de Peón (Villaviciosa), debidamente auto– rizados por el excelentísimo señor Gobernador de la Prov!ncia, pro– cedimos a la exhumación de los cadáveres que se habían localizado en dicho cementerio, y que procedían de las personas asesinadas por los rojo.s en dicho lugar, el seis de septiembre del año mil novecientos treinta y seis; y rigurosamente examinados, pudimos comprobar e 270