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en las buenas cualidades de que estaba dotado, y supo acrecentar con su esfuerzo a través de su breve y fervorosa vida religiosa. Supe– raba sus discretas facultades intelectuales con una asiduidad, cons– tancia y docilidad :en el trabajo, de tal manera que bien puede <lecirse que si no llegó a la brillantez, alcanzó una admirable eficacia. >En el aspecto espiritual era sencillamente un perfecto hijo de .san Francisco: sencillo, ingenuo, lleno de caridad y entusiasmo. Enaltecedor con la .palabra y, sobre todo, con el ejemplo de las más típicas devociones seráficas. Y todo ello con tan humilde conoci– miento de si mismo, que encantaba. Era una alma de !)¡os..) (Padre Mauricio de Begoff.a.) Definitivamente se con,sagró al servicio del Señor y se entregó a la Orden mediante la profesión solemne, efectuada en el Colegio Mayor de León el 6 de enero del año 1928. (Estadística oficial de la Provincia.) Siendo, normalmente hablando, las calificaciones en conducta y en aplicación al estudio el fiel exponente del comportamiento del es– tudiante, hay que confesar que fray Ramiro, no superdotado en inte– ligencia, fué ejemplar en el sentido más amplio de la palabra. En cuanto a la conducta, menos el primer año de Filosofía que obtuvo cuatro puntos, el resto de la carrera alcanzó siempre los cinco, que era la nota máxima. En cuanto a la ciencia, conquistó durante los cuatro años de Teología y en el de Elocuencia sagrada cuatro pun– tos; en Filosofía la misma puntuación, descendiendo algo en Cien– cias, pero nunca a más de notable. Por consiguiente, casi siempre cum laude y sólo alg.una vez, bene probatus, fué calificado. Con halagüeñas esperanzas y pletórico el corazón de fervor eu– carístico recibió la unción sagrada del s31Cerdocio el día 14 de junio del año 1930. Terminado el curso académico a principios de julio, fué a la villa natal para celebrar misa cantada, dirigiéndose con sus deudos al santuario del divino Nazareno que le curó cuando contaba siete años. Alli cantó mtsa, predicó a la muchedumbre asistente, re– latando en el sermón el episodio de su prodigiosa curación, emocio– nando devotamente a las gentes. (Testimonio de sus padres.) 241 16