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muy pronto envió los artículos o posiciones acerca de los Siervos de Dios que haJbian sucumbido en Santander y su provincia, ordenán– dome que procediera a dar los i)asos para iniciar el triple proceso: de jama de martirio, de la búsqueda de los escritos de los Siervos de Dios, y de no culto público. Me presenté, por lo mismo, al Excmo. y Rvdmo. Prelado santan– derino, y le pedí reverente y humildemente la gracia que me inte– resaba, quien con toda amabilidad aceptó la súplica, introduciéndose el proceso de los tres de Santander el día 17 de noviembre de 1952. Todavía estábamos gustando en comunidad el éxito alcanzado, cuando el abneg.ado cartero se presentó en el Convento con un abul– tado sobre, que traía las posiciones o artículos para el proceso de los siete martirizados en Asturias, ordenando el padre Postulador que se intentara en OViedo lo realizado en Santander. Y, a Oviedo sin pérdida de tiempo. También las puertas del palacio Episcopal de Asturias me fueron plenamente franqueadas. Al poco ttempo, es de– cir, el 10 de marzo del afio 1953, se introdujo el proceso, con tan felices resultados, que a los nueve meses se pudo entre·gar a la Sa– grada Congregación de Ritos. A pesar del largo tiempo dedicado a los mártires de Santander y Asturias, no me olvidé de que otros doce habían derramado su sangre generosamente, pertenecientes a las comunidades de JesúS de Madrid y de El Pardo. Por eso se alte:rnaban los trabajos; y así, con toda la solicitud posible, preparé igualmente el material necesa– rio, las posiciones y artículos: para empezar este otro triple proceso. Sinceramente confieso que el Excmo. y Rvmo. Sr. Patriarca, Obispo de Madrid-Alcalá, me recibió con alentadora bondad, y aceptó el ruego en que le suplicaba la tramitación del proceso de estos nues– tros doce Hermanos en San Francisco. En consecuencia, el día 5 de abril del afio 1956, nos cupo la satisfa~ión de que con toda solem– nidad, se iniciara en la Captiia del Palacio Eptscopal. Y bien.; tal vez preguntes, lector amable, por la materia que en las siguientes \Páginas te ofrezco. ¿Serán por ventura las declara– ciones de los testig.os que depusieron en el Proceso Informativo? No; porque, aunque publicado, permanecen, sin embargo, las deposicio– nes secretas. ¿Entonces... ? Todos los testigos proprocionaron extraoficialmen– te, antes de empezar lo oficial, al Vice-Postulador, unos de palabra, la mayor parte por escrito, los datos que dieron base para componer los artículos o posiciones y que tienen capital importancia relacio– nados con los Siervos de Dios. Dichos datos, para que no perezcan, son los que te presento para que los leas, en la seguridad de que has de quedar edificado. 8
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