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CARÁOT~R DIJ)L ANTlGUO CULTO DEl)tAPA NUI 37 Había entre ellos más bien ese instinto de misticismo na– tural, propio de toda criatura, que un principio religioso cla– ro y determinado.-L. I. Silva A. pág. 35. Más, sin tratar de determinar y menos resolver en este .asunto tan intrincado, voy ha exponer brevemente lo que para el caso he observado mientras he vivido entre los pas– cuenses y lo que ellos me han contado. Desde luego diré que las tradiciones indígenas revelan bien a las claras y desde muy antiguo, la práctica netamente de– tallada de un culto religioso, bastante puro, al ser supremo que llamaban "Atu-a-Make Make", =Dios creador, Dios ven– gador, al cual ofrecían "Tutía" =holocaustos, de todas las • cosas que poseían; y se lo ofrecían sobre unas plataformas o altares de piedras, levantados en forma circular o cuadrilon– ga a modo de anchas columnas o grandes terrazas. En ese mismo Dios= "Atua" reconocían el atributo peculiar de la divinidad pues le daban a la vez este nombre "Kohiva-Ma– tatoka" =ojo eterno del mundo. ¿No será esta frase reflejo de una. idea, siquiera confusa, de la trinidad divina? También tienen idea clara de la existencia de un mundo de seres espirituales, los ángeles; para expresarlos usan es– tas palabras: "K.otare rapahan-ngo". ¿Tendrá esta frase al– gún contacto con la tercera persona de la trinidad divina? ¡Da pena no tener más datos para este estudio tan intere– sante, pues a pesar que los busqué y rebusqué, no los hallé! No deja de ser curioso el dato que me dieron de la idea que tienen de la intervención de los espíritus buenos en la protección y guarda de los hombres. Koaugnei kotare: he aquí una frase que solían atribuir al ángel o espíritu protector de la infancia cuando el niño en su enfermedad recobraba la salud por su mediación. Dicen los isleños que es el ángel el que pronunciaba esas palabras en el momento que hacía el beneficio de darle salud. Enton– ces el padre del agraciado ofreCía un "Umu" =holocausto o

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