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:BIENVENIDO Dlll lllSTiilLLA sentes escuchan con señales manifiestas de agrado supremor El canto acaba y los aplausos sinceros de los oficiales, son el testimonio que aprueba el arte de bien cantar de los pascuen– ses, y de armonizar sus voces; pero el señor Capitán quedó" más prendado que todos de las armónicas y sentimentales notas de los pascuenses y emocionado, me abrazó estrecha– mente, como si en mí abrazara a todos los kanakas cantantes..· ¡Si son patéticos ... ! ¡si son sentimentales ... ! Con toda resolución me atreveré a decir que poseen en alto– grado esta belleza del alma. En su alta intelectualidad sin cultivo, se descubren grandes rasgos de un elevado temperamento psicológico en que se traduce una alma grande, viril, y a la vez de sentimientos de– licados y nobles. Muestras de mi afirmación es el canto siguiente, que aun– que lo traigo en mi anterior libro "Misterios de la Isla de Pas– cua", no obstante me ha parecido acertado repetirlo aquí. tomado desde luego, de la conferencia de M. Edwards Obispo– de Dodona y Vicario Castrense de Chile. Canto de amor traduéido del pascuense: ¿Es Ren-nga manu Ha kopa quien está triste? heredó de su padre la rama roja. Abre tus párpados mi amor verdadero. ¿Dónde, amor mío está tu hermano? En las fiestas de la Bahía de le Salutación, bajo las plumas de la tribu nos encontraremos.