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HlSTORfETAS Y CUENTOS 65 facilidad y subirse hasta la cabeza sin que nadie le vea por fue– ra; está sobre un gran pedestal de piedra y adornada de arriba abajo con guirnaldas de vistosas plumas. Esa estatua repre– senta el personaje en cuyo honor se celebra la fiesta. Es, por ejemplo, un hijo quequiereconmemorar el recuerdo de su difunto padre o difunta madre; pues al efecto, manda fa– bricar una estatua que se le parezca y la coloca en la forma di– cha delante de su casa; avisa al Maorí y convida a los de su tribu, si es Koro. El M aori acude a primera hora del día con su colegio de jóvenes de ambos sexos. Estos son colocados, en coros separados, detrás de la gran estatua; la gente va llegando. Los coros de los colegiales comienzan el canto y poco después sigue el baile al rededor del granmono o estatua; después del canto y baile viene el Umu-nui, gran curanto o comida; un hombre es el encargado de dar de comer primero a la estatua. Coge gran cantidad de Kay-Kay, alimento, y le mete por el interior de la estatua; suhe hasta la cabeza y comienza a echar la comida por la boca de la estatua. La gente recoge la comida que cae al suelo y, cuando la gran estatua no echa más, es señal que está satisfecha, todos pueden comer. Terminado el Kay-Kay, tratan de derribar la estatua, que lo hace el mismo que le dió de comer, tirando fuertemente de unos cordeles que tiene amarrados al cuello la dicha estatua. Por fin, cae a tierra con aplauso de todos. . . esto quiere de– cir que está con ganas de descansar, que está satisfecha de los honores que le han prodigado y que todos pueden retirarse; el primero en hacerlo es el Maori con sus coros.

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