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28 BII!lNVENlDO DE F.S'I'l!ILLA tud, trataron de mandárselo de regalo a los vecinos habitan– tes de Ahu-puóko, lugar cercano al volcán Ranorarako. Este regalo fué recibido por esos vecinos con extraordina– rias muestras de alegría y al instante prepararon su Umu sin temor ni escrúpulo alguno, y, al modo anterior, sometieron al rey lobo a la acción del fuego en el curanto. Ahora no fueron horas sino varios días los que estuvo el rey lobo asándose en el Umu, pasados los cuales, lo sacaron con la esperanza de hacer un gran festín y ven que, aunque muerto, no está asado, sino bien crudo y duro. No intentaron someterlo a otro Umu, y mejor pensaron regalarlo a otros vecinos de Vaitoiri, que lo rec1bieron con gusto: pero, al examinarlo, observaron que, además de estar crudo, estaba piro-piro (hediondo), por lo cual determinaron echarlo al mar. Así acabó el famoso reí Tangaroa, que con tan buen espí– ritu había ido a la ingrata isla Tepitohenua. Mientras tanto, la noticia de este raro suceso se propagó por toda la isla, poblada por muchas tribus, y los más pia– dosos, condenando este hecho como cruel e inhumano, susci– taron en todos los isleños el temor de algún castigo por lo que habían hecho. Dos meses pasaron después del suceso, cuando repentina– mente ven llegar a la isla un gigante de extraordinaria esta– tura: se paró en Motunui. Los isleños le contemplan so– brecogidos de espanto, y más cuando ven que de un paso se traslada de Molunui a Vaihú, (dos leguas de distancia); de Vaihú a Aheo o sea, a Manun-nga toa-toa; de Aheo, en otro paso, a Poike, o sea, a ia punta Tekohe. Los asustados isleños miraban aterronzados al gigante que con tres pasos recorría la isla (lo equivalente a 4 leguas), gi– miendo a la vez con voz potente y aterradora: ¿Ihea ke ariki Tangaroa? ¿Dónde está el rey Tangaroa? El miedo de los isleños subía hasta la tortura, y más cuan-

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