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LA. lt>LA l!l~ AlANOS DE LAS AUTORIDADFJS CJ\'lLi'JS 143 Carlos Maqui duró dos años: era la autoridad y el admi– nistrador de la sociedad a la vez. Riroroko era rey de la Isla ~1 año 1895. A suatituír al señm Maqui vino el señor S., que se portó bien al principio, según dicen los kanakas. Este señor fué acusado falsamente por su capataz Benjamín N.... quien fué al continente en la goleta de la sociedad llevando lana y pieles. Se le creyó en su acu3ación contra el admir,istrador; mas, al ir 2.;t~ s~ñor en otro viaje al continente, se det~ndió acertadamente y, para mover a compa– aión a su.; jueces, les hizo creer que los kanakas intentabaP matarle. Volvió a lalslaconnombramiento de subdelegado, ll~vando consigo tres e guardianea y la orden de expulsar de la Isla al capataz Benjamín, su acusador ; así lo hizo y quedó tranquilo entre lo.; pacientea kanakas. Cuentan los ancianos kanakas que el señor S. u.;aba la ca– sa-misión para salar pieles.... Vivían en ella tres chilenos, los que denunciaron a los kanakas porque se comían los higos de la misión. Entonces el señor S. puso veneno a la.> higueras por in– termedio de otro. El rey Riro10ko al saber esto indagó para deacubrir al que puso 'veneno y hallado, le llevó preso a una cueva; era el ma– yordomo de la sociedad. S., el subdelegado, supo que suma– yordomo estaba preso por el rey kanaka, y sin más, después de un mes de prisión, se presenta con su gente armada y libertó al mayordomo.... Este era el empleado que tenía en la casa– misión para salar piel~. Sorpendió esto al rey kanaka, quien tuvo el valor de reprender al subdeledado diciéndole: «¿Quién es Ud. para meterse en asuntos nuestros y proteger a los cri– minales.. ?» y otra vez llevó preao al mayordomo... ; por fin le dió libertad. Antes más, había peleado el r:.y Riroroko con :.1 subdele– gado, porque pagaba poco a la gent[~; 20 centavos y carnes al

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