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118 BTI!JNVENIDO DE ESTElLLA Las cosas no seguían bien. En vista de esto, e! señor Obispo pensó en nombrar ur- rey de entre los pascuenses y lo hizo, nombrando al kanaka «Atamutekena» ( = pájaro rey qu~ vuela por la Isla). A e;:;te rey mandó el señor Obic;po de Tahiti una carta en la cualledecía que si había en la Isla un chileno, 1~ entregara sus animales pagándole un sueldo por el cuidado. Supo esto Sal– món y t!ngatu.;ó en tal forma al rey, que con;:;iguió hacer;:;e con todo el ganado del señor Obi.:;po, sin arreglar contrato, o ;:;ea, se los apropió. En vista de esta felonía, el rey hada presión al SE-ñor Bran– der para que se fueta de la Isla. Es de advertir que el señor Brander y Salmón procedían de con,;uno. El rey fué a Mataverí, dice el viejo Fati, y dijo al señor Brander: «Vete a Tahiti cor. tus animales» . No se atrevió Brander a oponerse al mandato del rey, pero con;:;iguió de éste el poder dejar los animales en la Isla al -.ui– dado del mismo rey, a 1 que le entregó como 1 egalo dos animales de cada especie con 1 a condición de que le mandara a Tahiti la lana y pieles de su ganado; y es de notar que el señct Bran– der no rec 1 amó terreno ni hizo mención siquiera. A ~sta fecha el señor Brander llevaba cuatro años en 1a Isla: al volver a Tahiti quiso cercivratse de si tenia su padre algún terreno en la Isla; pref;untó a su madre viuda, que le contestó: «Nada tenemos en la Isla, porqu.e tu padre a nadie compró sitio:. No satisf~cho con esto, se fué a Chile en busca del Padre . Gaspru, y no lo halló, porque ya era era difunto. En vista de que nada conseguia en su asunto, determinó vender sus animales al Gobierno de Chile. Adueñado el Go– bi~rno chileno de esos anima!es, mandó a !a Isla al señor Toro a recibirse del ganado y firmar el coPtrato; mas, al sa– lir el señor Toro con el señor Btand.er de la Isla para Tahiti, con el objeto de cerrar el contrato de venta de los aniniales,
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