BCCAP000000000000136ELEC

RIDLACIONES 117 la Isla que, en frase de él, eran: «mile<:> y miles de animales. El inglés durante su permanencia en la Isla, tuvo la bandera inglesa siempre izada. Cier:toque el Padre Hipólito, poco tiempo despué3 de ausen– tarse de la I sla por orden del señor Obispo, volvió y dió permisc a los pascuen.;es para que comieran de los animales de la mi– sión; y hay que añadir que esta libertad que se les daba a los kanakas era mcd io de aumentar !os aniffiales, porque así se interesaban en su propagación. Hasta esta fecha, dice el viejo Fati, ningún terreno de la !:;la fué vendido ni aBornier ni aBrand.et padr.:!, el que nunca llegó a h Isla; los asuntos de sus ar:imales los dirigía desde Tahiti, donde m1ció, d~j :1ndo heredero de sus btenes a su hi– jo Juan Bcander. El señor Born~er sí qu<; pedía terre~o a los pascuenses para los an~mal~ que tenh a su cargo; pero los pascuens.=s le advertía.1 dicieüdo: «el plsto para tus ;~.dma­ les t~ lo damos, pero el suelo nó». El señor Bomier, ¿n agrade– cimiento, l~s reg'.llab~ tabaco, C3.Chimbas, fóstoros, etc. Con ocasión de estas dádivas, comenzóel señor Borrüer con las i njus– ticias y coipiñas a m'.lnsalva.... s~ -:~.poderaba del ten-=no que más le gu~taba y s~ lo lpropiaba sin fo(m:lr contrat o r..i con– S.:!Ut..m.ento de sus du~ños. Pero también caro le costaron sus ·:ttrop.;llos, porque los kanak3.s se hicieron just ich matáo– dob <:on su propia arma que llevaba consigo. El señor Btan– der mandó a otro repreaentante, que no se portó tan mal. Los ganados de la misión eran marcado<:> en la oreja dere– cha, los otros en la izquierda. El señor Brander nunco llegó a Pascua; peto varios años después de morir el señor Bomier, vino su hijo Juan Brander; visitó su ganado y se volvió a Tahiti. donde tenía a su madre ya viuda; en lugar de Brander quedó en la isla un tal Salmón. El Padre Hpó 1 ito hizo ,;u cuarto viaje a la I sla y esta vez acompañado de don Juan Brand.er y examinaron lo;.; animales marcados ..... .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz