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OONSIDERAOlONES EXPUESTAS 105 En efecto, ~e día se presentó con su traje de campaña, perfectamente ajustado al cuerpo. Juan Araki e;:; el más inteligente de los hombres de Pas– cua; no ha salido jamás de la Isla y habla ba;;tantc bien el inglés y el castellano, los escribe, saca cuentas, es excelente carpintero y un hombre de extraordinarias virtudes. Así como ellos hay muchos otros. Entre las mujere.; son muy dignas de ser recordadas la Isabel Tenatene, espoi>a de Pakarati; la Luisa Ruko, inteli– gente y piadosa; la Antonia, que dirige los cantos en latín; la María Nui-nui, casada con uno de los viejos más curioso3 de la Isla, Eutimio Languitopa; y la Verónica Mahute. viuda de Riro-roko, el último rey de la I sla. Una familia muy interesante es la de los desccndiente3 de Mr. Bornier. Este se unió el año 1868 en matrimonio con la reina Koreto y tuvo dos hijas. Una de éstas, Marta Bornier, que aún vive en la Isla, aunque muy enferma, se casó con Humilio Paoa y tuvo numerosos hijos. los más de los cuales tienen muy marcado en el tipo y en el carácter 3U ascendencia francesa. Alberto Paoa, uno de ellos, se casó con María Mac. (llamada generalmente Languitopa) y han te– nido cuatro hijo>, qu~ ~n cualquier parte llamarían 1a at..:!n– ción por su gracia y hermo3ura. La pequeña Florencia, de cua– tro años, es movediza como el az::>gue y más de una vez, mien– tras yo estaba predicando, corría ha: ia mi para cogerme la mano. No había un momento para descansar. Desde que salía el sol hasta que nos rendía el sueño, teníamcs a nuestro alrede– dor a los pobres y buenos pascuenses pidiendo que les dijé– ramos la Misa y que les explicáramos el catecismo. Nuestros trabajos seguían (. ?r: resultados ::omoladores. Ad– ministré el bautismo a 51 niños. la confirmación a más c.e 230, confesé a todos los mayores de siete años y todo3 ellos ~omulgaron una o varias veces. Consagré todas las casas al