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96 BIENVENIDO DlD ESTELLA El Padre Gaspar insinuó la idea de que Chile tomase el gobier– no de la Isla. Un chileno inmortalizado por el bronce, un ciudadano que vive en la memoria agradecida de nuestra metrópoli, en cuyo pecho prendió la más hermosa de las joyas, un patriota que fué visionario de grandeza y cantor de glorias, Benjamín Vicuña Mackenna, fué el primero en acoger la idea y desde las colum– nas de El Nuevo Ferrocarril decía que «si de nuestro paí.s ha partido la luz del Evan11;elio y de la -:ivilización a Pascua, debe ser también nuestra bandera la que allí flamee». La idea fué comentada favorablemente. Al comenzar el año siguiente, era enviada a Pascua la prime– ra expedición chilena. Don José Anacleto Goñi, padre de los señores Almirante don Luis A. Goñi, ex-Director General de la Armada, y del General don Roberto Goñi, ex-Jefe del Estado Mayor General del Ejér– cito, llegó a Pascua en Febrero de 1870 al mando de la antigua corbeta O'Higgins. El teniente de marina don Ignacio L. Gana redactó acerca de este viaje un informe, que es el estudio más completo que se había publicado hasta entonces sobre la Isla. En esta época la población había bajado a 600 habitantes. En 1871 el Obispo de Axieri, Mons. Tepano Jaussen, es– cribía a Chile diciendo: «Creo que Chile hará muy mal dejan– do pasar la ocasión de colocar bajo su soberanía una isla que tiene once mil hectáreas de excelentes tierras y. desde la cual un enemigo puede perjudicar gravemente su comercio». Durante el curso del año siguiente en la La Flore, buque de guerra francés, visitó la Isla de Pascua el teniente Julián Viaud, conocido en el mundo de las letras con el nombre de P erre Loti; escribió algunas páginas sobre la Isla de Pascua, que son más dignas de ser admiradas por el brillo de la ima– ginación, que por la exactitud de 103 relatos. La población, que había seguido disminuyendo, era sólo de 400 habitantes.

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