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OONSIDERAOIONES EXPUESTAS 91 tró en 1686 una isla que describió fantásticamente y a la cual se ha dado el nombre de Tierra de Davis. Es posible, sin embargo, que, mucho antes que Davis, lle– gara a esta isla, el 5de Febrero de 1606 elmarino español don Pe– dro Fernández de Quirós, que salió del Callao a fines del año anterior en busca de la isla de Santa Cruz. En su camino halló una isla a la cual dió el nombre de los Cuatro Coronados. Tal– vez esa isla era Pascua. El primer navegante europeo que ciertamente llegó a la is– la fué Roggewein, el ilustre almirante holandés que surcaba los mares c.e América y de la India, buscando, como antes lo hi– ciera su padre, tierras desconocidas. Llegó Roggewein con sus tres buques, el Arend, el African Gelley y el Tienhoven, a la Isla el día de Pascua de Resurrec– ción, 5 de Abril de 1722, y por eso le dió el nombre de Pascua, que hasta ahora conserva. Cerca de ciencuenta años más tarde otro marino español, don Felipe González, encontró en su ruta esta misma isla; hizo un reconocimiento de ella e ignoranC.o el descubrimiento de Rog– gewein, le c'.ió el nombre de San Carlos y enarboló en ella el pab~lón de España. Cuatro años más tarde, en Marzo de 1774, Cook, uno de los más célebres navegantes ingleses, visitó la I sla. Pasaron después doce años sin que ningún barco europeo lle– gara a esta lejana tierra; en 1786 se c'.etuvo 24 horas en sus cos– tas el marino francés La Pérouse, que tomó algunos croquis de la Isla y d.ió su nombre a los montes más alto:> de ella. Después llegaron a Pascua en 1816 y 1825 el marino ruso Kotzebue y el inglés Beechey, respectivamente. Así barcos de muchas nacionalidacl.0s contribuyeron a des– cubrir y a hacer conocer esta pequeña isla qu~ parecía querer esforzarse en no entrar en relaciones con el munc.o, sabedora de los males que de tal comercio le nnd.rían Se ha dicho que el primer buque de guerra chilem que lle-

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