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CONSJl)EltAOIONJ!lS mxPUJ!lSTAS I:J7 Es ésta, sin duda, una de las más hermosas y feraces regio– nes del globo. En otra época hubo árboles de maderas fuer– tes y hermosas, que cayeron bajo los golpes de la codicia. El agua se conserva en el fondo de los volcanes y de las ca– v€rnas y se presenta en forma de vertientes en las orillas del mar. ¿Quiénes fueron los primeros pobladores de esta isla? ¿De dónde vinieron y cómo llegaron hasta ella? Hubo en una época remota en la Isla dePascua una pobla– ción numerosa y de un alto grado de cultura. Para afirmarlo basta contemplar los restos que, desafiando al tiempo y a la codiciosa barbarie de los hombres, aún quedan de las obras que n~varon a cabo los primeros pobladores. E.n las orillas del mar y en las laderas de los volcanes se con– templan hasta hoy los restos de construcciones gigantescas. Los dilatados malecones, los cimientos de los palacios, tal vez de antiguos templos, que eran juntamente enormes cement~rios, son mudos testigos de remotas grandezas. ¿Qué pueblo, qué raza realizó estas obras? Las tabletas y p1edras con inscripciones jeroglíficas, a hs cuales se han dado diversas y opuestas interpretaciones (tan infundadas las u· r.as como las otras), son indicio de la cultura de los antiguos pobladores de Pascua: sólo en los pueblos más adelantados se encuentran vestigios de escr1tura. Los jeroglíficos de Pascua son de los llamados kiriológicos y a su escritura la clasifican los sabios con el vocablo bus– trophedona, porque cada signo representa una idea y porque está trazada en la forma en que marcha el buey al abrir suce– sivamente surcos con el arado; es decir, si la primera línea va de izquierda a derecha, la segunda viene de ese extremo hasta

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