BCCAP000000000000135ELEC

-72- convento de León, donde tiene su residencia el Colegio de Teología, la que, juntamente con las otras ciencias acceso– rias, eclesiásticas y profanas, prescritas y señaladas por las leyes, estudia durante cuatro años. Son ellas digna prepara– ción para el S(!.Cerqocio, que el P. Ramiro recibe el 14 de ju– nio 'de 1930, víspera de la festividad de la Santísima Tri– nidad. Como complemento cursó, asimismo, el año de Elocuen– cia, con la que se preparó para la predicación, que más tarde había de ejercer, si bien durante poco tiempo. Donde primero ejerció su apostolado fué en la provincia de Santander; al convento de dicha ciudad fué destinado una vez terminados los estudios. Allí estuvo desde julio de 1931 hasta agosto de 1932, fecha en la que los Superiores le des– tinaron al convento de El Pardo con el cargo de Profesor del Colegio Seráfico, aunque solamente lo desempeñó por es– pacio de un año, hasta agosto de 1933, en que fué agregado a la Comunidad de Madrid en calidad de Vicesecretario pro– vincial, permaneciendo luego en este puesto hasta que esta– lló la revolución. En esta última época de su vida hemos de señalar su la– bor paciente y constante en arreglar y catalogar debidamente los numerosos documentos 1110dernos del Archivo Provincial. Además, designado meses después de venir a Madrid para Director d~ la Catequesis, que hacía poco se había estableci– do en nuestra iglesia de Jesús, supo trabajar en pro de ella con todo entusiasmo y abnegación, colocándola a la altura je las mejores de la capital, llegando a ser verdadero modelo de organización. Aquí fué donde principalmente ejerció duran– te esos últimos años de vida su apostolado, limitado, es ciet-– to, pero intenso y fructífero. Una de las cosas que más pena le causaba cuando estaba detenido en la prisión de San An– tón era el pensar que los niños de la Catequesis, por los que él tanto había trabajado, llegarían quizás a pervertirse. Así se lo manifestó a Fr. Balbino de Ferral, su compañero en– tonces de cárcel. Lo mismo en estos años que en el resto de su vida, la vir-