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- ÓJ- He visto, por otra parte, sus sermones manuscritos y au– tógrafos y no he dejado de salir de mi admiración al ver que todos ellos están escritos aprovechando recortes de cartas, de papeles sueltos, de anuncios de novenas, etc. Alguno tal vez dirá que eran cosas exageradas, minuciosamente despre– ciables y de ninguna monta; pero es lo cierto que nos indi – can muy a las claras lo que él era en su interior, el amor que profesaba a la virtud distintiva de la Orden Franciscana, siendo así que, por otra parte, le gustaba y hasta mostraba grande satis;facción y alegría en ser abundante y espléndi– do en todo cuanto a los demás ~e refería. En su celda tam– poco permitía que hubiese cosas curiosas ni superfluas. Un hecho asaz conocido nos mostrará bien a las claras su modo de ser en este punto: nos referimos a la cuestión ele su patrimonio. Cuando a la muerte de su padre, con per– miso ele la Santa Sede tuvo en sus manos los bienes hereda– dos , los distribuyó todos en socorrer las necesidades de los conventos ele religiosos y religiosas, y asimismo de algunos en particular, según le pareció más conveniente; para si, en camoio, nada reservó ni permitió se adquiriese o comprase cosa alguna que fuese para su uso particular. Juntamente con la pobreza hemos de señalar, como otra de sus virtudes distintivas, el amor a la observancia regular, asistiendo con ejemplar puntualidad y exactitud a todos los actos .de comunidad, en lo que no se permitía dispensa algu– na. Y, no obstante que muchas veces por sus trabajos ele pre– dicación, etc., estaba autorizado por las leyes ele la Orden para dispensarse de alguno de ellos, rarísima vez lo hacía cúando estaba en el convento. Al contrario, si se trataba de los demás, veía con buenos ojos y aun aconsejaba que se to– masen las dispensas necesarias o convenientes, y cuando fué Superior era fácil en concederlas a sus súbditos. Señalemos, por último, su carácter dulce, condescendien– te, amable, caritativo y bondadoso para con los demás, así religiosos como seglares; amigo siempre ele alabar las buena.:; obras ele los otros y de realzar sus méritos, mucho más cuan– do por ello resultaba utilidad o gloria para la Orden o para
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