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-28 - el P . Andrés, no fiándose de las noticias que la Radio daba, estuvo en continua comunicación con personas de su con– fianZL y enteradas de todo, y solalllk:!nte cuando le coJI1uni– caron que se había rendido el cuartel de la Montaña, se de– cidió a :tbandonar el convento y aconsejó a los Suneriores la necesidad dt> que los Religiosos fuesen salie:Hlo a casa:; particulares. De él nos despedimos a las doce de ese día y aun recuer– do que, estando para salir, una llamada por teléfono al Pa– dre Andrés interrumpió nuestra conversación y nuestra despedida. Cuando volvió al poco tiempo, nos comunicó que, si bien en Madrid• nada había que hacer, pero que, en cam– bio, el Movimiento seguía triunfante en toda España y que no había que perder el ánimo ni la esperanza. A decir ver– dad fué aquello para mí nna fuerte inyección de optimismo que sostuvo mi espíritu cuando minutos después caía en manos de los milicianos y más tarde era llevado a la checa, a los sótanos de la Dirección de Seguridad· y, por fin, iba a parar a la soledad de una celda de la Cárcel Modelo. El P. Andrés, valiente y animoso, no quiso dejar el con– vento hasta tanto que vió salir a los demás Religiosos; por la tarde se dirigió a una casa particular para pasar en ella la siguiente noche. El día 21 dirige sus pasos a la Pensión Sacerdotal de la calle de Larra, donde a la sazón se encon– traba viviendo un sobrino suyo, sacerdote, don Maximilia– no González, quien nos ha proporcionado estas noticias. Por mil razones y para evitar compromisos, no quiso estar permanentemente en ninguna de las muchas casas que le brindaron generosamente COI) su hospedaje. Así tuvo más amplia libertad de salir y entrar y visitar las familias co– nocidas y llevar, ya desde aquellos primeros días y no obs– tante el peligro que había en andar por las calles, a unas, palabras de consuelo y aliento, a otras, el pan de la Euca– ristía. En la pensión de Larra vivían, asimismo, entonces otros cinco sacerdotes; todos ellos van desapareciendo en los si– guientes días; sin duda, para ir a buscar en otra parte re-

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