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-293- al enterarse los milicianos de que se trataba de dos religio– sos, uno de ellos no pudo contener su odio y exclamó : "Hay que acabar con todos éstos." · Por eso les mataron : porque había que acabar con to– dos ellos. TRASLADO DE LOS RESTOS DEL P. MIGUEL, DE GRAJAL, Y DE FR. DIEGO, DE GUADILLA, A LA IGLESIA DEL CONVENTO DE MONTEHANO Fué voluntad expresa de nuestros Superiores el que los restos de Jos religio&os que habían sido asesinados durante la pasada revolución, no quedasen en modo alguno en lu– gar extraño sin que se hiciesen las diligencias necesarias para averiguar el lugar donde se hallaban y luego llevar a cabo las convenientes gestiones para su traslado, bien a nuestros cementerios y, mejor aún, si era factible, a nues– tras iglesia~ respectivas. Tal sucedió también por lo que respecta a los restos de los dos religiosos del convento de Montehano, asesinados en la noch~ del 29 al 30 de diciembre de 1936: P. Miguel de Graja! y Fr. Diego de Guadilla. Aunque con algún trabajo, por fin se logró conseguir las convenientes au-torizaciones para todo, lo mismo de la autoridad eclesiástica que de la civil, y no sólo para el tras· lado, sino también para que pudiera hacerse a la misma iglE-sia de Montehano. Faltaba solamente localizar los cadáveres. Según datos recogidos de boca del enterrador, que por entonces era del cementerio del Dueso, y asimismo del Secretario del Juz– gado de Instrucción de Santoña y más tarde del mism0 ca– pellán del cementerio, los cadáveres ocupaban las sepnltu– ras 4.875 y 4.876. Con estos datos, y toma;das las medidas ~anitarias del caso, se señaló el día 4 de mayo de 1938 como fecha del traslado, mas antes se procedió el día 2 a la exhu– mación e identificación, según los datos recogidos. Así se
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