BCCAP000000000000135ELEC

Desempeñaba también el oficio de portero al estallar la rev0lución en la provincia de Santander. El fué el que su– frió el primer encuentro con los milicianos cuando d db. 20 ele julio se presentó un cervecero comunista de Santo– ña y luego varios mineros a hacer un registro en el con– VL'nto. Al entrar en la portería se encararon con él. le- in– snltaron y trataron muy irrespetuosamente y alguno de dios hasta le amenazó con el fusil o escopeta que llevaba. EN SU REFUGIO DE CICERO Fray Diego llegó el mismo día 7 de agosto, en el que fueron expulsados los religiosos del convento, a casa de doña Mariana Naveda, en Cícero, juntame!!te con otro Hermano Lego, Fray Juan José de Villanueva. Llegaron con la intención de pasar alli solamente aquella noche y a la mañana siguiente tomar el tren para Santander y diri– girse a sus pueblos respectivos, que, quizá ellos lo ignora– sen, estaban en poder de los nacionales. No advertían el riesgo que corrían, lanzándose camino de Burgos y de León, sin más documentación que un simple pase de los anal fa– betos del Frente Popular de Escalante, en el que se les au– tcll·izaba el vi2je a su pueblo natal. Ignoraban con toda se– guridad Jos mismos dd Frente Popular que los pueblos de dichos religiosos estaban en poder de los " facciosos". Algunas personas, viendo su decisión firme, y conoce– doras del arriesgadísimo intento de los religiosos, parece hablaron al alcalde de Cícero para que en modo alguno les permitiese la salida del pueblo, por bien de los mismos in– teresados. Efectivamente; cuando ~~. la mañana siguiente 'se diri– gían a la estación para tomar t1 tren de Santander, un er.li – sario de la autoridad de Cicero les comunicó la "orden de que no ~)odían salir del pvx1Jb". Contrariados en sus propósitos, tuvieron que regresar al mismo pueblo y a la misma casa de doña Mariana, don·

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz