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-279- quien salía a su encuentro y en el campo, por entre breñas ·y matorrales, platicaban largo y tendido. La villa del P. Miguel se deslizaba, al parecer, tranqui– la, pero movida al propio tiempo; movida, porque casi todos los días bajaba a Escalante, unas veces a cumplir deberes ministeriales y otras a procurar cosas necesarias a los jó– venes estudiantes encomendados a su cuidado. Cuando estaba en Cícero no pudo asistir espiritualmen– te a las Religiosas Clarisas de Escalante; las visitó alguna vez, pero muy de corrida. Ellas le proporcionaron un de– vocionario que utilizaba para la celebración de la Misa y también una casulla. Mas desde que se trasladó a Escalan– te, las asistió con más cuidado y asiduidad. Les llevó la Ca– unión varios días, entre otros el .de Navidad, comulgando asimismo otras varias personas y volvió a llevársela el ~s. precisamente la víspera de Sl'. martirio. El P. Miguel gozaba en Escalante de una libertad de ac– ción verdaderamente grande, como se puede colegir por los hechos arriba citados. Pero podría también pensar que sus andanzas, por muy ocultas que las tuviese, tenían que ser conocidas, al menos en parte, por los del Frente Popular. Verdad es que éste había prometido formalmente al se– ñor Ballesteros, médico de Escalante, que nada le pasaría al P. Miguel; pero no faltaron asimismo personas amigas, :o– nocedoras de la situación, que le aconsejaron no fiarse de nadie y que huyese a Bilbao, pues su vida estaba en peligro. A estas insinuaciones e insistencias daba siempre la misma respuesta: "No puedo huir; no puedo dejar abandonados a los Religiosos jóvenes, y, como buen pastor, tengo que co– rrer la suerte de mis ovejas." Y en ocasión parecida dijo también a doña Julia, que le hacía la misma propuesta: "El Señor necesita una víctima, y ésa voy a ser yo." Y a su vez, a una de las Religiosas Clarisas a quien encontró en una de sus correrías en la carretera de Gama a Cícero, le añadió sonriente : "Cualquier día me hallan muerto por es– tas carreteras." Dios había aceptado ese ofrecimiento generoso de su

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