BCCAP000000000000135ELEC

- zss - pasos hizo que los presos se pegaran más y más a la colcho– neta. De pronto suena una voz campanuda: "Salgan inme– diatamente, que se va a pasar lista" ... Nadie responde, na– die se mueve. La misma voz repite seguidamente: "Salgan inmediatamente todos ... He dicho que salgan inmediata– mente todos, si no los sacaremos a tiros". Entonces, un jo– ven sale de la penumbra de uno de los ángulos y avanza ha– cia los milicianos con paso decidido. Al notar los otros que nada le pasa, van saliendo también poco a poco de sus es– condites. LA MATANZA EN CUBIERTA Para comprobar que ninguno que·daba oculto, procedie– ron los milicianos a pasar lista. Cada uno debía responder: "Presente", y pasar de un extremo a otro de la bodega y al lado de los milicianos que se hallaban en el centro. Al pa– sar algunos por delante de los milicianos, fueron reconoci– dos y señalados en la lista con lápiz. Así fueron pasando to– dos y se colocaron de cuatro en fondo. Los milicianos cam– biaron luego unas palabras entre sí y comenzaron a llamar nuevamente: "Fulano ... arriba", al mismo tiempo que le indicaban la escalera que llevaba a cubierta. Subió la esca– lera el nombrado, pálido ele incertidumbre, en medio de h expectación angustiosa de sus compañeros ... Ya en cubier– ta, suenan. de repente tres tiros secos y luego un grito ele muerte y el caer de un cuerpo pesado y sangrante. El po– pulacho que presenciaba el espectáculo, comenzó a rugir con mayor furia ... Apenas se había extinguido el ruido de los disparos, gri– ta de nuevo el miliciano: "Fulano... arriba" ... Subió tam– bién... desapareció en cubierta... sonaron unos tiros y en– seguida el grito desgarrador ... Y así otro... y otro... y cuan– tos habían sido señalados en la lista con lápiz ... Unos tras otros fueron subiendo y cayendo mortalmente heridos : !:.acerdotes, militares, jóvenes. algunos casi niños, afiliados

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz