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- 250- Terminada aquella entrevista, el P. Ambrosio fué con– ducido de nuevo al sótano. No durmió aquella noche. Al– gunos que con él se encontraban, al enterarse de que era sacerdote, se apresuraron a confesarse, persuadidos como estaban de la proximidad de la muerte. Así lo hicieron, en– tre otros, varios oficiales de Prisiones del Dueso, que bus– caron en la religión el consuelo y fortaleza que da la fe en tan trágicos momentos. Así transcurrió aquella noche, llena de incertidumbres horrendas. A las nueve de la mañana del siguiente día fné conducido a la Cárcel Provincial, donde permaneció incomu– nicado, pero solamente veinticuatro horas. En el libro re– gistro de dicha cárcel se conserva esta nota escueta: "Pan López, Alejo. Detenido por la Dirección de Justicia. Ingre– só en la Cárcel Provincial el día I 5 de noviembre de 1936". EN EL "ALFONSO PEREZ" El lunes 16, ·a las nueve de la mañana, era trasladado al barco-prisión Alfonso Pérez, anclado en la bahía santande– rina. Era el Alfonso Pérez un barco ele siete mil toneladas y constaba de cuatro grandes bodegas. Había sido requisa– do por los del Frente Popular y destinado a cárcel. Al lle– gar a él, el P. Ambrosio fué conducido a la bodega núme– ro 2, que era la segunda de proa; allí se encontró con nu– merosos amigos y conocidos; pero en ella estuvo muy poco tiempo, pues don Celso, que se encontraba en la bodega nú– mero 4, hizo gestiones para que viniese con él. Aquí y en compañía de tan fino y buen amigo, recibía de su familia ta ropa para mudarse y en ocasiones también algo de comi– da. No faltaron tampoco aquí los amigos y conocidos del Padre Ambrosio, entre ellos varios sacerdotes. Vamos a recoger los datos, interesantes de todo punto, acerca de su vida en aquella nueva estancia, que ha de ser, no tardando mucho, lugar de su martirio. ..

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