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-241 - en los demás el optimismo y entusiasmo en que de continuo abundaba su corazón. Difícilmente se le veía triste, aun en medio de las contradicciones y contratiempos, y si tal vez alguna nubecilla oscurecía ligeramente el cielo azul de su alma, bastaba una palabra, una broma, cualquier insinua– ción de los otros para que se disipase y de nuevo reapare– ciese su habitual serenidad. Hijo de ese carácter y de ese entusiasmo era también el agrado con que recibía cualquier honor o alabanza tribu– tada a los demás o el éxito alcanzado por alguno; no rega– teaba sus elogios, sino al contrario, daba muestras visibles de stt alegría y de la satisfacción que le causaba. Era también sobremanera amante de las glorias de la . Orden, y sabía exponerlas y defenderlas cuando se le pre– sentaba ocasión, fuese en sus charlas o disputas o con la pluma. Esa defensa se extendía también cuando se trataba de opiniones defendidas por la Escuela Franciscana. Y esa defensa sabía 1levarla a fondo y hacerla con profundas ra– zones; para ello estaba bien preparado y sus conocimientos filosóficos y teológicos eran vastos y extensos. Aun después de haber terminado los estudios, siguió cultivando sus afi– ciones a la Filosofía y con frecuencia se le encontraba le– yendo detenidamente las obras de San Buenaventura o de Duns Escoto. Pues otra de sus buenas cualidades y virtu– des era el ser gran aprovechador del tiempo. Rarísima vez se le veía ocioso, ni siquiera para darse un paseo por la huer– ta, y cuando lo hacía era leyendo al mismo tiempo algún li– bro o preparando sus sermones. Más frecuentemente se le encontraba en la biblioteca buscando libros de Filosofía, de 1 eología, de Mística o de materias predicables, anhelando luego la soledad de la celda para llevar a cabo su lectura y hacer su estudio. Tan embebido se hallaba a veces en esos estudios y <'n sus ideas y pensamientos, que eran f recuentes en él y hasta llegaron a hacerse célebres y clásicas sus distracciones, pa– recidas a las que se cuentan de Menéndez y Pelayo y de otros escla reciclos ingenios. Por eso mismo parecía a las