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- 211 - té de Luanco, vino a Candás para llevarse al P. Domiti!o y ponerlo a salvo, o, por lo menos, tenerlo a cubierto de todo peligro. El Padre agradeció aquella atención, pero se negó a ir y a salir sin permiso del Comité de Candás, alegando que lo mismo podía morir en Candás que en Luanco. Sin embargo, !10 fiándose de su criterio en este particular. con– sultó con otros varios señores sobre lo que debía hacer, con– testándole alguno de ellos que "él estaba mejor capacitado para ver más que ellos; que hiciese lo que le pareciese". Seguramente - añade uno ele sus compañeros, don Jesús 1\ja-"se encontraba tan bien en medio ele sus compañe– ros ele infortunio, y sus compañeros alrededor de él, que no quiso abandonar semejante compañía, aunque en los úl– timos días, cuando vió que las cosas se iban poniendo mal , ya par~ce l"fue estaba arrepentido". · Por lo demás-afirma otro de los encarcelados, don Carlos-, no se conocían con certeza las intenciones que t:aían, pues si bien es cierto que en varias ocasiones vinie– ron de Luanco para ponerlo a salvo, alguna yez Jo buscaron también con ánimo de matarle. Al ingresar en la cárcel el P. Domitilo, todavía estaba el Santísimo en el Sagrario, expuesto a cual,quicr profana– ción; a nadie le pareció ni medio bien tenerlo allí en aque– llas circunstancias y pidieron permiso a uno del Comité para 1 ctirarlo o consumirlo. El del Comité contestó "que él ryo entendía nada de esas cosas, pero que si eso a ellos les cau– saba molestia, pediría autorización al Comité para que les permitiesen hacer lo que deseaban". Efectivamente, al si– guiente día, o a los pocos, les dijo el del Comité que estaban autorizados para hacer lo que querían. No les pareció, sin embargo, acertado consumir todas la:– formas, por si acaso necesitasen en un caso determinado re– cibir el Viático; subieron el Sacramento al camarín del San– lÍsimo Cristo y allí estuvo algún tiempo, hasta que el P. Do– mitilo, quizá prcv.iendo o temiendo alguna profanación, 1111 día, muy de mañana, subió nuevamente al camarín y sumi& el Sacramento.

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