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-14- A pesar ele todos esos destrozos, por muy contentos nos hemos dado al encontrar en pie, finalizada la contienda, el convento e iglesia y, sobre todo, por haberse salvado LA IMAGEN DE JESUS Había sido retirada de la iglesia el sábado 18 de julio de 1936, por la tarde, y se ocultó en una especie de sepulcro de cemento hecho al efecto en la cripta, colocada asimismo en una caja ele roble y enntelta en unas sábanas a fin de preservarla mejor de la humedad. Y como el sepulcro esta– ba en la parte de la cripta sin arreglar, se cubrió la caja de escombros, a fin de que quedase más oculta y 'despistada. Allí estuvo por espacio de siete meses, hasta mediados de febrero ele 1937 en que f ué encontrada casual, pero tam– bien providencialmente, pues de otro modo se hubiese echa– do a perder por completo. En cierta ocasión en que el cocinero del batallón insta– ladn en nuesrro convento buscaba astillas por aquella parte ele la cripta llena de escombros, al ir a recoger un peclazo de tabla, notó que la tierra que sobre ella estaba, cayó sobre una caja vacía, haciendo ese ruido extraño e inconfundible de todos conocido. Admirado, y con miedo de que hubiese allí enterrado algún cadin·er, lo notificó a los jefes del ba– tallón, quienes, por la noche, hicieron las oportunas exca– vaciones hasta encontrar la imagen. Dieron al día siguiente parte de ello al general Mia'ja, al gobernador de Madrid, a Margarita Nelken, etc., los cuales acudieron a los salones contiguos a la sacristía, donde había sido depositada la ima– g-en. Identificada previamente, como era en razón, se deli– beró sobre lo que convenía hacer de ella. No queremos dejar de aclYertir que, al encontrarla. se– gún nos han referido testigos presenciales, estaba la sagra– da imagen llena de humedad, y que incluso la túnica inte.– rior se hallaba materialmente empapada, y hasta la hume– 'dad había comenzado su obra clestruct0ra en algunas par-