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-180 - que se perfeccionasen los estudios, de reorganizados, y asi– mismo reformar los Reglamentos de los distintos Colegios, hizo que los profesores de todos ellos se reuniesen en Ma– drid en el verano de 1920 y que se discutiesen ampliamen– te las cuestiones relacionadas con los puntos arriba men– cionados. También durante el tiempo en que fué Provincial se llevó a cabo la fundación de Santander (1921) y se dió Íe– liz término a la erección del Vicariato Apostólico del Ca– roní (Venezuela), en marzo de 1922, por el que tanto se ha· Lía trabajado en trienios anteriores y que la Provincia de Castilla deseaba ardorosamente mucho tiempo hacía. Si ahora queremos señalar las virtudes que en él resplan– decieron y que cuantos con él convivieron pudieron adver– tir, debemos poner en primer término su amor a la obser– vancia regular, manifestada sobre todo en la asistencia a los actos ele Comunidad, y asimismo su pronta obediencia a ias órdenes e indicaciones de los Superiore;;. Con esas virtudes juntó también una ardiente caridad, principalmente para con los enfermos, no perdonando sacri– ficios para atenderlos debidamente ni mirando tampoco a intereses terrenos que hubiese que gastar. No sólo en eso, sino generalmente en todas las cosas, gustaba de ser siem- pre espléndido. · De su apostolado poco tenemos que decir; principalmen· te en los años que estuvo destinado en el convento de Gijón se dedicó de lleno al confesonario, sobre todo de religiosa~, estando encomendadas a su cuidado varias Comunidades de dicha localidad. En Gijón llevaba ya siete años de residencia al estallar el Movimiento Nacional y desempeñaba a la sazón el car– go de Vicario de aquella Comunidad. Grandemente previsor, al ver el curso que tomaban las cosas, procuró estar al tanto de la situación los días ante– dores al Movimiento y mucho más a partir del 18 de julio. Vamos a seguirle paso a paso, en cuanto nos ha sido po– sible, sobre todo desde el 2 r de dicho mes hasta su muerte,

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