BCCAP000000000000135ELEC

- 161 - RECONOCIDO Y DETENIDO Mis presentimientos, por desgracia, tuvieron pronto rea– lidad. Muy ajeno me encontraba yo el 19 del mismo mes de mayo por la tarde cuando de improviso llaman a la puerta y se presenta la mencionada sobrina de Fr. Primitivo, pidién– dome con lágrimas en los ojos le socorriese e hiciese cuanto pudiese por su tío. Yo tanto más extrañado cuanto que, como he dicho, hacía solamente dos días ~abía estado en mi casa hablando con ellos, le pregunté: "¿Pero qué es lo que ha su– cedido?" Y ella, entre sollozos, me refirió que en aquella misma tarde, yendo ella acompañada de Fr. Primitivo por la calle de Fernando el Santo, le reconoció un individuo que. por lo que ella pudo sospechar, debía ser del pueblo de El Pardo y chófer de oficio, quien acercándose a él le dijo a bo– cajarro: "Tú eres un fraile de El Pardo." Fray Primitivo trató de .disimular cuanto pudo y con serenidad contestó que hacía mucho tiempo que no vestía el hábito, como así efecti– vamente era verdad. El desconocido, quizá creyendo se ha– bía engañado, quizá también sin saber qué partido tomar, ]e dejó marchar libremente; mas apenas había dado unos pa– sos, corrió de nuevo hacia él para preguntarle si tenía carnet sindical, y al responder Fr. Primitivo que sí, exigió se lo pre– sentase; le pidió luego el carnet de conductor, y al exhibirlo Fr. Primitivo fué sin duela cuando más claramente le reco– noció y le elijo que, como ya era antiguo, tenía que renovar– lo; que fuese con él. Llamó entonces a uno de los chóferes que por allí había y los tres montaron en el coche; la sobrina quiso también seguir a su tío, y al pretender subir con él al coche, diciendo que tenía que acompañarle a todo trance, el que detuvo a Fr. Primitivo le dió un fuerte empellón, al mis– mo tiempo que cerraba con fuerza la portezuela, partiendo c·l coche inmediatamente con rumbo desconocido. La sobrina, triste y desconsolada, comenzó a hacer las investigaciones que le parecieron del caso, y después de pre– guntar en muchas partes y centros sin resultado alguno, le dijeron en uno que podía ir a preguntar a la calle de Alfon-