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- 158- padre, y esto en toda ocasión, pero, sobre todo, cuando al– guno se encontraba enfermo y mucho más si la enfermedad era grave; allí eran los cuidados, los desvelos, el preocu– parse grandemente, el 'ir de un sitio para otro, incluso el 10 clormii· hasta lograr que el enfermo recobrase la salud. Todos, por otra parte, le apreciaban sobremanera, le querían, le estimaban y tenían puesta en él toda su con– fianza. A todos también, sin distinción, trataba él con ca– riño, con ternura, con amabilidad; a todos recibía sin can– sancio, sin disgusto, cuando iban a pedirle alguna cosa o exponerle cualquie1· necesidad, incluso, como niño , cual– quier impertinencia. Grande era, por otra parte, el disgusto que experimen– taba cuando alguno de Jos niños era despedido por su mala conducta y sin haberse él enterado de nada. Recuerdo a este propósito que en cierta ocasión fueron despedidos por ese motivo dos niños de los mayores, poco antes de ser enviados al noviciado. Su disgusto fué tan grande, que en modo al– guno pudo disimularlo durante varias semanas, llevan:lo muy a mal aquella falta de confianza; y, creyéndose hasta ofendido, preguntaba con amargura a los del mismo cursa de los mencionados niños por qué no le habían dicho a él nada, por qué no le habían enterado de todo, cuando las co– sas tenían todavía remedio y cuando, de haberse acudido a t iempo, seguramente no hubiera ocurrido aquella desgracia. Dedicado, como decimos, exclusivamente a las cosws del Colegio, pasó desde 1915 hasta 1929, en que los Superiores, sin relevarle de esos trabajos y de esos cuidados, determina– ron fuese él quien aprendiese a conducir la camioneta qu~ para el servicio del Colegio y de la Comunidad de El Pardo había donado un antiguo bienhechor de la Orden. Así lo hizo, efectivamente, con excelentes resultados, prestando desde entonces con esto grandes servicios a los conventos de El Pardo y Madrid y ahorrando cuantiosos dispendios, ~in· perdonar él molestia alguna ni los trabajos que, como es {á– ~il suponer, todo ello frecuentemente le ocasionaba. A partir de la quema de los conventos, en I93Y, por prn-

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