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- '-I.J- "Cionada guardesa del Hotel, y fué de la siguiente manera. Un día que la guardesa estaba rezando con devoción y tranquilamente el Rosario, el P . Carlos, que se percató de ~llo, se acerca para advertirle de su imprudencia, no fuera que los milicianos también se diesen cuenta y pudiera suce– derle cualquier cosa. Mas viendo que la mujer, ya de avan– zada edad, no tiene miedo alguno ni respeto humano para cumplir sus rezos, él le declara su calidad de religioso ca– puchino, se ofrece asimismo a acompañarla en sus rezos, y, no contento con eso, como la guardesa tenía que lavar los platos de los que componían la Comandancia, él se ofreció también a ayudarla en esa labor, corno así efectivamente lo hizo de allí en adelante; ella, en cambio, le lavaba y arre– glaba la ropa. Dado el carácter del P. Carlos y su modo de ser, de sen– cillo trato y sumamente complaciente, logró en poco tiempo captarse las simpatías .de todos cuantos estaban a su alre– dedor, fuesen o no milicianos; de tal manera, que, aun a sabiendas de lo que era, y en aquellas circunstancias, llegó a ser la persona ele absoluta confianza del Estado Mayor. Tan es así, que llegaron a entregarle y confiarle las 1laves de todas las oficinas. El era asimismo el que hacía los re– cados; el que traía cuanto la Comandancia necesitaba; iba a buscar a Intendencia el racionamiento; estaba encargado .de la censura de las cartas, etc.; en fin, era dueño de todo. Como, por otra parte, estaba dotado de tan excelentes cualidades mecánicas, le encargaba11¡ el arreglo de teléfo– nos, relojes, radios, pianos, etc. Tocaba también con mu– cha soltura el piano, y esto le proporcionaba algunos dis– gustos, pues le hacían tocar hasta altas horas de la noche, no valiéndole a Yeces la razón de que estaba completamente rendido. Por todo este conjunto de cosas, fácil es comprender que cuantos se hallaban en la Comandancia estaban muy con– tentos con él y muy satisfechos de su modo de proceder aun a sabiendas de que era religioso. Esto mismo le proporcio- 11Ó hermosas ocasiones de eJercer su ministerio sacerclota'I,

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