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R. P. CARLOS DE ALCOBILLA (1902- 1937) De pocos religiosos nuestros asesinados durante la pa– sada revolución poseemos tan interesantes y preciosas noti– cias sobre su vida desde julio de 1936 hasta su muerte, como del P. Carlos de Alcobilla. Pocos, por el contrario, son los catos que podemos ofrecer a nuestros lectores sobre su vida hasta esa fecha. Era natural de Alcobilla de Nogales (Zampra), donde había nacido el 17 de junio de 1902. Su nombre de pila fué el de Pablo Merillas Fernández. A los once años ingresó en nuestro Colegio Seráfico de El Pardo con el fin de estudiar l~s cinco años de Human i– dades, preparatorios para el estudio de la Filosofía. Ya en el Colegio contrajo una enfermedad del estómago que lt puso ~n trance de muerte; le duró luego _toda la vida, cau– sándole molestias y dolores sin .cuento; él, sin embargo, supo Ilevat:la con resignación, sin aminorar por ello su carácter alegre. El hábito' capuchino lo tomó en el convento de Basurto (Bilbao), el día de la Asunción -de Nuestra Señora, r 5 de– agosto de 1919. Allí pwfesó al ·siguiente año, yendo luego a estudiar la Fiiosofía en el convento de Montehano (San– tander) y más tarde a León a cursar los cuatro años de Teo- . logía. Se ordenó sacerdote el 24 de junio de 1928. Un mes después, y en el Capítulo Provincial celebrado en julio, es destinado a las Misiones de Venezuela, en las que permanece tres años cortos, viéndose obligado a regre– sar a España a causa, principalmente, de su quebrantada salud. Todo ello era consecuencia, como ya dejamos apun– tado, de aquella enfermedad de estómago contraída cuan– do niño. Repuesto en parte de dicha dolencia, fué destinado al convento de El Pardo con el cargo de P rofesor del Colegio