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R. P. GREGORIO' DE LA MATA (1889-1936) Es el P. Gregorio uno de los pocos asesina.dos cuyos úl– timos y trágicos momentos de existencia nos es posible de– tallar con toda exactitud, gracias a las i_nformaciones de un testigo presencial que con él compartió los horrores de la pri– sión, y que, también condenado como él a la última pena, se libró casi milagrosamente. Había nacido el P. Gregorio en La Mata de Monteagu– do (León), e'l 25 de marzo de r889, fiesta de la Anunciación. de padres sumamente cristianos y piadosos, de quienes re– cibió esmerada educación religiosa. Su nombre de pila fué el de Quirino Díez del Blanco. LA VOZ DE DIOS Según testimonio de personas que le conocieron de niño. se distinguió ya desde sus primeros años por su piedad y fer– vor, y ya desde entonces sintió en su corazón indicios de vo– cación, seg·ún nos dice uno de sus condiscípulos, P. Fulgen– cío de La Mata, aunque concretamente no se determinó su· vocación relig;osa a nuestra ürelen, sino con motivo ele una Misión que dieron en Velilla en 1900 los Padres Daniel <.le Riaño y Juan de Guernica; desde entonces ya no vaciló un momento en seguir la inspiración ele Dios. Y para llevar a cabo sus deseos comenzó en noviembre de r 902 el estudio ,iel Latín y Humanidades en la Preceptoría de Morgovejo (León), cercano a su pueblo natal. "Su aprovechamiento -nos dice uno de sus condiscípulos-, sin ser, a la verdad" de los sobresalientes, fué siempre notable, y ya desde niño, Jo mismo que durante su vida, se distinguió por la sencillez y cierta timidez natural muy simpática a todos". Dos años llevaba solamente en sus estudios, cuando as-