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48 PART. I. CAP. JI : DISTRIBUCIÓN SEMANAL DEL TIEMPO 4 110. Cuando el penitenciado llega a besar los pies de los coristas, novicios y hermanos legos, éstos, des– prendiendo la servilleta, deben ponerse en pie, algo in– clinados, cuidando de no sentarse en tanto que no se los haya besado. Si alguno retirase los pies, basta entonces que el penitenciado bese en tierra cerca de ellos. 111. Otras penitencias.-Además de estas penitencias, que se imponen y se cumplen en el refectorio, hay otras menores, como privación de un plato, del vino, del pos– tre, rezar algunas preces con los brazos en cruz 1 , que no exigen ceremonia alguna particular ni debe usarse en ellas instrumento alguno, aunque fuere con pretexto de mayor humillación del religioso. 112. No se usen ni se introduzcan en nuestros refec– torios penitencias poco conformes con la seriedad, edu– cación y urbanidad religiosas. Atiéndase a la mortifica– ción interior, a la extirp-ación del amor propio, de la sus– ceptibilidad, del orgullo, de la vanagloria y del egoísmo. Guárdense los Superiores de exigir a los súbditos peni– tencias que pidan una violencia moral extraordinaria y, para ciertas personas, casi heroica. 113. Penitencias pr ivadas.-Los religiosos jóvenes es– pecialmente, no deben practicar otras penitencias y aus– teridades particulares sin autorización del propio confe– sor, y si los actos de estas penitencias son en cierta ma– nera públicos o pueden impedir que el religioso cumpla con todos sus deberes, es necesario, además, el permiso del Superior . Guárdense los confesores de obrar lig-era– mente permitiendo penitencias particulares que pudie!·an

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