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46 PART. I, CAP. JI: DISTRIBUCIÓN SEMANAl, DEL TIEMPO !ante de sí el vaso y Jos cubiertos, en el mismo orden que si estuviera en la mesa ; al comer sostendrá el plato o ta"za con la mano izquierda, que cubrirá con uno de los cabos pendientes de la servilleta, para mayor comodidad y limpieza. 105. Durante la comida procuren los religiosos no poner en el suelo huesos, espinas u otros rest9s de co– mida que puedan mancharlo ; mas, en caso de necesidad, pónganlos en el borde del plato que se les dió. En habiendo acabado de comer, recogen las migajas que hubieren dejado caer en tierra y doblan la servilleta, dejándola en el suelo ; colocan sobre ella el resto del pan, y, dicho el Padrenuestro como en la mesa, hacen una in– clinación de cabeza a la imagen de la testera y permane– cen de rodillas con las manos modestamente compuestas, hasta que el Superior dé la señal para levantarse . Enton– ces toman del suelo, de una o varias veces, todo lo que en él tenian, y lo colocan sobre la mesa¡ hecho esto, vuelven todos a arrodillarse e, inclinados, dicen a la vez : Sea por amor de Dios, besan en tierra y se levantan en seguida. Si alguno de los que comen en tierra no hubiere ter– minado cuando el Superior da la señal para levantarse, se levantará con los demás y terminará de comer en la ~esa. 106. Los que han cumplido seis años de profesión en los días en que comen en tierra con toda la comuni– dad, luego que han concluído de comer pueden volver a la mesa ; pero no pueden comer ni beber más en ella. Los demás religiosos, y todos los que hagan particular– mente tal penitencia, permanecerán arrodillados hasta que el Prelado dé la señal de levantar las mesas.