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ART. tV: TARDE 21 35. En la recreación pueden tratarse libremente te– mas devotos, históricos, científicos, que al mismo tiempo sirvan a los frailes de alegre e instruct1vo solaz. Evítesc cuidadosamente el tocar asuntos completamente impro– pios de personas consagradas al divino servicio. Serian además muy reprensibles aquellos religiosos que, o bien quisieran hablar sólo con alguno determinado, o bier. pretendieran ser como directores del recreo, interrumpien– do importuna e imprudentemente al que hablase de una materia lícita y honesta, para introducir discursos, que in– dicasen más bien pedantería, que celo verdadero. Es ne– cesario igualmente evitar los excesos contrarios nacidos de celo indiscreto y poco aptos para conseguir el fin de la recreación religiosa. 36. En nuestros recreos no debe hacerse o decirse cosa alguna que pueda ofender a ios divinos ojos. Se prohiben, por tanto, los juegos de seglares, que no digan bien con la vida religiosa; los juPgos de muc:har.hos y mucho más los mundanos 1 • No se ha de consentir que los religiosos se mortifiquen unos a otros con palabras de desprecio o imponiéndose apodos; y si alguno faltare en esto, sea castigado por los Superiores 2 • 37. Se permiten en nuestros recreos, principalmente en los colegios, algunos juegos que no desdigan de nues– tra gravedad religiosa. 38. Descanso.-AI dar la señal de silencio guárdese éste inmediatamente por todos los religiosos, que se re– tirarán a sus celdas para hacer un breve examen ·particu– lar, y luego descansar u ocuparse en cosas que no per- 1 Or. 73, 3.-2 Or. 74.