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f8 PART. I, CAP. 1: DISTRIBUCIÓN COTIDIANA DEL TIEMPO acaban de comulgar, suben a la grada, reciben la sagr a– da Comunión y vuelven al coro con las mismas ceremo-· nías . Llegados al coro, sin tomar agua bendita y hecha la correspondiente genuflexión, se arrodillarán devota– mente en su sitio y darán gracias a su divina Maj:c-st"l.d· por el beneficio recibido 1. 26. Desayuno.-Una .vez concluída la Misa conven– tual, los religiosos que estuvieren libres, y s i son coris– tas a la hora que señaie su reglamento, van a tom$J.r el desayuno ~n comú~. Llegados al refe.ctorio, se arrodillan junto a sus sitios y rezan en común un Avemaría con tos .brazos en cruz ; luego besan en tierra y se sientan t!n ~u luga~:, tomando, en silencio, el desayuno. Este se~á servido en la forma que se sirve la comida~ pero cuando algún religioso lo toma privadamente, debe pedirlo. en la ventanilla de la cocina y servirse a sí mismo. Sin em– bargo, los coristas y hermanos legos, por respeto y defe– rencia, apresúrense a servir a los Superiores) ancianos ~' huéspedes cuando entraren privadamente en el refectorio. En los colegios y noviciados, terminado el desayuno, los mismos coristas o novicios. retiran los platos y tazas. Luego, a una señal del que preside, se levantan, se arro– dillan junto a sus sitios y rezan, éomo al principio, otra Avemaría; oesan después en 'tierra y se ' retiran en si– lencio. 21. Arreg~o de la celda.-AI volver a la celda, los religiosos saludarán arrodillados a la Sa.~tísima Virg~'n con la salutación angélica ; práctica que procurarán ob– servar cuando durante el día entraren en la celda. lnme-:– diatamente póngan la en orden y procuren conservarla siempre l_impia y aseada; pues de lo ~ontrario se pierde 1 c. 1741