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AR.T. Jll: NORMAS DE RELIGIOSA URBANIDAD 337 celda, besándoles la mano, cediéndoles el paso, etc. ; y asimismo con los demás religiosos, sin llegar nunca a confundir la caridad fraterna con la familiaridad excesi– va, tan contraria a toda virtud y aun a la más elemen– tal urbanidad. 916. En cualquier sitio donde el P . Superior se pre– sente, que no sea el coro, los que están sentados, aun– que no sea acto de comunidad, han de ponerse en pie hasta que el Superior les mande sentarse ; pero no se le– vantarán si se halla presente otro Superior de más cate– goría . Si en estos casos están leyendo algún periódico u otra revista, se ofrece el impreso al Superior. Si fuere en el coro, comenzado ya el Oficio, le saludarán con in– clinación media, tanto al entrar como al salir 1 . 917. Los hermanos legos jóvenes que no han cum– plido seis años de profesión, y los coristas durante los estudios, hablan ele rodillas a sus Prelados y Directores. Y cuando reciben alguna cosa ele ellos o se la dan, les besan la mano. Durante los votos simple.s hablan tam– bién de rodillas a los sacerdotes de la Orden. 918. Nuestro saludo a otro religioso de la Orden consistirá en un simple abrazo, parecido al abrazo litúr– gico que se dan los ministros en la santa Misa. Pero ~! es al P. General o Definidores generales, antes de este abrazo se les besa la mano ; lo mismo saludarán al pa– dre Provincial todos sus súbditos. Los coristas y hermanos legos, al saludar a Superio– res y sacerdotes de la Orden, y también a Prelados ·" sacerdotes constituídos en más alta dignidad, cuando lle- 1 c. 303, 316. 22