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AR.T. III: MAESTRO, VICEMAll:STRO... 291 777. Procure educar a los novicios en la austeridad propia y característica de la Orden, lo que no excluye que en su trato con ellos esté lleno de amor ; sea afabl<> y benigno con los nuevos, y con paterno afecto procure el bien temporal y espiritual de todos sus discípulos. 778. A los novicios coristas incúlqueles la humildad, . docilidad, respeto y veneración hacia todos los religio– sos, en modo especial hacia los Superiores, sacerdotes y religiosos ancianos. Fomente en ellos gran veneración y obediencia a la Santa Sede, cuyas disposiciones deben ser obedecidas y preferidas a toda consideración y sabi– duría humana. 779. A los sacerdotes seculares o de otra Orden que hayan vestido nuestro hábito, instrúyalos con especial cuidado en el espíritu de nuestra Orden y de nuestras tra– diciones. Con este fin cumplirán todo lo que observan los demás novicios, teniendo en cuenta su dignidad sa– cerdotal1. 780. También insistirá el P. Maestro en el respeto que los novicios legos deben profesar toda su vida a los sacerdotes por ser ministros de Dios, y a los coristas por estar destin~dos a serlo: la experiencia enseña que don– de falta este respeto, abundan los defectos y se falsean las virtudes. 781. El P. Maestro, por sí o por medio d<.'l Vice– maestro, tenga, al menos una vez a la semana, una ins– trucción catequística a los novicios legos, a la cual po– drán asistir también Jos novicios coristas si el P. :\Jaestro lo juzga conveniente. 1 Con. 32.