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12 PART. 1, CAP. 1: DISTRIBUCIÓN COTIDIANA DEL TIEMPO Cuaresmas, en los que es costumbre rezarlos también por la tarde. Fuera de los días que se acaban de exceptuar, nos re– comiendan encarecidamente las Ordenaciones generales que no se dispensen nunca los Maitines a media noche ¡ y esto aunque los religiosos sean pocos en número, con tal que sean suficientes para formar coro: ni se conceda tal dispensa por la fiesta o por la llegada de algún pa– dre benemérito 1 . 12. Los hermanos legos asisten al I nvitatorio de Mai– tines, y salen del coro a l comenzar el himno, para volver al Te Deum, o al Miserere. Salen de nuevo a la primera antífona de Laudes, y regresan al Benedictus. Mientras se cantan Jos Maitines se retiran a la iglesia, si hay fa– cilidad para ello, a rezar, a ser posible, en común, los Padrenuestros que la Regla les impone 2 , y las Avema– rías, como acostumbran a hacer por devoción a la Santí– sima Virgen ¡ y si les queda tiempo, procuren hacer el Via-Crucis. 13. R ezado el Sacrosanctae después del Oficio a media noche, a una señal del Superior, los religiosos, dE> rodillas e inclinados profundamente, le piden la bendi– ción, diciendo Benedicite, y el Superior los bendice con las palabras Nos cunL prole pia, benedicat Virgo Maria, o con aquellas otras : Cujus ¡estum colim'us, ips.e. inter– cedat pro :nobis g_d Dominum; y besan en tierra. Terminados los Maitines, procuren los religiosos ha– cer alguna breve oración, antes de acostarse nuevamen– te¡ pero, sin licencia especial, ningún novicio, corista o 1 Or. 52.-2 C. 53; Or. 54, 2.

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