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ART. X : HERMANO HORTELANO 273 brar, trasplantar y cultivar las diversas hortalizas. Deb!> saber podar los árboles e injertar, aprovechándose para esto de los conocimientos y experiencias de los más ex– pertos, propios y extraños. i21. Conservará las semillas que necesite bien guar– dadas y, para evitar confusiones, señálelas con sus ró– tulos. Señalará con una caña las plantas que destina para simiente, a fin de que nadie las toque. Procurará tener la huerta bien cultivada y plantada de las verduras que permitiere el tiempo, singularmente las precisas para las cuaresmas. 722. Con humildad y alegría sirva el hortelano al Señor ; sea fiel y devoto en s u trabajo, atento siempre a. no extinguir ni amortiguar con la indiscreta fatiga cor– poral el espíritu de la santa oración y devoción. Sea muy modesto y evite el levantar el hábito míen– Iras trabaja, de suerte que deje las piernas al descubier– to. En la época de Jos fuertes calores se abstendrá de tra– bajar en las horas de sol más intenso, y con autorización del P. Guardián podrá cambiar las horas de oración. Para defenderse de los rigores del sol podrá usar un pobre sombrero de paja de anchas alas, que guardará en el aposento donde conserva las herramientas y las se– millas. 723. l\Iuéstrese muy atento y delicado con las perso– nas que visitan la huerta y con el religioso que las acom– paña. Si algún visitante mostrase deseos de probar algu– na fruta, permítaselo de buen grado, que para ello tiene ya licencia presunta del Superior. 18