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272 f'AHT. 111. CAP. IX: OFICIOS DI.t: LOS lllmMANOS LEGOS • 716. Procurará servir a los religiosos con esmero, · evitando ha~erlo de cualquier manera. Atenderá a todos con caridad y diligencia, y les proporcionará cuanto ne~ cesiten para conservar las sandalias limpias y decentes. Pero sin permiso del Superior no haga sandalias a nin– gún religioso. 717. En la oficina brillarán la limpieza y el orden más completo. Evitará el perturbar con golpes innecesa~ ríos la quietud del convento, sobre todo en las horas de silencio regular. ARTiCULO X.-HERMANO HORTELANO. 718. Entre las diversas oficinas del convento ningu– na más tranquila para el espírit1.1 y segura para la con– ciencia que la huerta. Solamente en dos casos puede el hortelano sentir por causa de su oficio intranquilidad de concinecia: primero, cuando pudiendo sobrellevar todo el trabajo, se paga a obreros para que le ayuden en ~~ cultivo; segundo, cuando por culpa suya se pierden los frutos u hortalizas. 719. Elíjase para este oficio un religioso robusto, amante y celoso de su perfección e instruído en horticul– tura. Donde la huerta fuere muy grande, nómbrense dos, a fin de evitar el que se admitan seglares, sin necesidad ve~dadera, para el cultivo de la huerta l. 720. El hortelano debe estar bien enterado de qué tiempo es más oportuno y cuál f'l mejor modo de sem- l Or, lqi,
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