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JO PART. l. CAP. 1: OISTRlBvCIÓX COTIDJA:-<A DEL TIE~JPO tiendo con la mente y el corazón las palabras que solla decir nuestro seráfico P adre San Francisco : Adorán¿OS:– te, Santísimo Señor Jesuc'f'isto, aquí y en todas tus igle– sias que están en todo el mundo, y te bendecimos, por– que por tu santa Cru:; redimiste al mundo . 8. Modo de besar en tierra.- Para que haya unifor– midad en el modo de besar en tierra, obsérvese lo s i– guiente : llegado el religioso a l plano del coro, en el lado de la entrada, si ha de quedarse en él, o entre el facistol y la rejilla o algo más allá, si hubiere de pasar al lado opuesto, pondrá la mano izquierda un poco más arriba de la rodilla izquierda, y encima de la mano izquierda colocará. la derecha; luego levanta un poquito el pie de– recho dentro del ruedo del hábito, doblando al mismo tiempo la rodilla derecha y después la izquierda con toda modestia ; y, extendidos los dedos pulgares y recogidos los otros, se postra apoyándose en ellos y besa en tierra. Para levantarse : levanta primero la rodilla izquierda, hasta sentar el pie en el suelo ; luego apoya la mano iz– quierda a lgo más arriba de la rodilla del mismo lado; y sobre la izquierda apoya la derecha, levantando a con– tinuación la ro el illa derecha . Y este modo de besar en tierra, señalado para cuando se entra en el coro, ha de observarse igualmente al salir del mismo, y siempre que, al cumplir una penitencia o practicaT alguna ceremonia, se ordenare besar en tierra. Pero dicha ceremonia sólo debe observarse en nuestros coros e iglesias, y nunca delante de seglares. 9. Se advierte, no obstante, que los coristas y her– manos legos, cuando salen del coro para comulgar, y los religiosos, en general, cuando tienen que salir du-